¿Por qué las Cebras no Sufren de Úlceras y Nosotros Sí?

 

El estrés proviene de la palabra inglesa “stress”, que significa tensión, fatiga, presión a la cual está sometido un objeto o una persona.

Si la situación de estrés es momentánea, nuestros mecanismos biológicos nos permiten adaptarnos y dar la mejor respuesta a la situación. El problema es cuando entramos en un estado de estrés crónico.

El Dr. Robert Sapolsky en su libro “Why Zebras Don't Get Ulcers” (¿Por qué las cebras no sufren de úlceras?) explica la diferencia que hay entre los animales y los seres humanos en su respuesta frente al estrés. Una cebra activa su mecanismo de estrés cuando ve o presiente un león cerca. Su respuesta biológica la prepara para correr más rápido y sobrevivir. Una vez que ha logrado escapar del león, el estrés ha terminado porque logró su objetivo. Los seres humanos, en cambio, tenemos una respuesta diferente, explica Sapolsky: “a veces entramos en estados de estrés psicológico sostenido solo por nuestros pensamientos”, es decir, nos sugestionamos.

Muchas veces creemos que el estrés que nos enferma es consecuencia de situaciones externas, pero en realidad son nuestras respuestas cognitivas, emocionales y físicas ante episodios de emociones negativas sostenidos en el tiempo.

¿Cómo están tus niveles de estrés? ¿Es importante considerar cambiar los pensamientos negativos que nos están afectando?

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