Quiero compartir la historia del libro “La Vaca” del Dr. Camilo Cruz, donde un viejo maestro le enseña a su discípulo cómo, sin darnos cuenta, atamos nuestras vidas a nuestras creencias en vez de decidir hacer un cambio y escribir una historia nueva.
El maestro visitó una casa a punto de caerse donde vivían ocho personas rodeadas de basura, y su única posesión era una vaca flacuchenta que les proveía de alimento. Ellos creían que esta vaca los alejaba de la miseria total.
El maestro y su discípulo pasaron la noche en la casa. Al día siguiente, se levantaron muy temprano para seguir su camino. Antes de emprender su viaje, el anciano maestro le dijo a su discípulo: “Es hora de que aprendas una importante lección”.
El anciano sacó un cuchillo y degolló a la pobre vaca. El joven no podía creer lo que estaba viendo. “Maestro”, gritó desconsoladamente, “¿Qué ha hecho? ¿Qué lección es esta? ¿Qué aprendizaje es esto, dejar a una familia en la ruina total?”
El anciano no respondió y en silencio continuaron su viaje.
Un año más tarde, los dos hombres volvieron a visitar a la familia. Buscaron la casa a punto de caerse y rodeada de basura, pero no la encontraron. En su lugar, había una casa grande y bien cuidada.
Se sorprendieron cuando vieron salir de aquella casa al mismo hombre que les había dado alojamiento hace un año.
“¿Qué ocurrió para que todo cambiara?”, le preguntó el Maestro.
El hombre relató que alguien, envidioso de su vaca, la había degollado.
Su primera reacción ante la muerte de la vaca había sido de desesperación y angustia. Sin embargo, después de aquel trágico día, la familia decidió que tenía que hacer algo. Así que limpiaron el terreno, consiguieron algunas semillas y sembraron verduras para alimentarse.
Después de algún tiempo, comenzaron a vender las verduras que les sobraban y con el dinero compraron más semillas para vender sus cosechas en un puesto del mercado. De esta manera, su vida cambió”.