El Secreto de ser Bilingüe

El gran deseo de muchas personas es ser bilingües, pero lamentablemente no todos lo logran, a pesar de todas las estrategias utilizadas: estudio, viaje, etc.

Yo fui una de las personas afortunadas porque crecí en una familia bilingüe. Mis padres hablaban inglés y español, y pude dominar ambos idiomas siendo el inglés mi lengua materna. Luego, de joven, decidí aprender francés. No fue fácil; asistí a un instituto por 2 años y luego viajé a Francia, específicamente a la Universidad de Angers. A pesar de todo lo que había aprendido antes de mi viaje, no lograba comunicarme; me veía atrapada en lo mismo que he visto en personas aprendiendo un nuevo idioma. Me dijeron que el secreto es no traducir, y que lo importante es pensar en el idioma. Pero, ¿cómo podía pensar en francés cuando no sabía cómo decir cosas básicas? El resultado fue bastante frustrante y no sabía cómo lograrlo. Desistí porque parecía que el francés no era para mí.

Luego, en mi vida adulta, por trabajo, viajé a Tokio, Japón, y tuve la experiencia de no entender absolutamente nada y ser analfabeta. Hablar inglés no siempre resolvía mi problema de comunicación. De vuelta de mi viaje, decidí aprender japonés; se me sugirió que debería empezar aprendiendo chino mandarín porque es la base del japonés. Me inscribí en una escuela para aprender chino junto con mis hijos. Encontré fascinante la experiencia cultural, pero mi meta parecía muy lejana. Nuevamente, desistí, agradecida de que al menos era bilingüe.

En otra etapa de mi vida, enseñé inglés a adultos por trabajo en un instituto de inglés. La mayoría de los estudiantes estaban viviendo lo mismo que yo experimenté al aprender francés o chino mandarín. La gran diferencia era que estos estudiantes tenían que aprender por necesidad. Sus historias eran increíbles, como "llevo toda mi vida aprendiendo inglés". Tenían clases individuales, grupales, etc. Su gran problema era siempre "¿cómo se dice?" o "no sé cómo pensar en inglés".

Pensé que tal vez el secreto del bilingüismo es aprender la misma cantidad de palabras en el segundo idioma que en la lengua materna. Pero, ¿cómo aprender sin olvidar o sin que el proceso sea una tortura? Revisé diferentes metodologías y llegué a técnicas de entrenamiento mental que facilitaban el proceso a través de la imaginería y la relajación.

Con el conocimiento adquirido, creé una metodología y la apliqué. Los resultados fueron sorprendentes: al aumentar el vocabulario, los estudiantes se comunicaban mejor. La diferencia de resultados entre los estudiantes dependía en mejorar la metodología, porque el secreto que no te dicen es tener vocabulario.

Muchas personas han aprendido este secreto a través de mis programas de aprendizaje. Pero tenía que vencer mi propia dificultad. Tengo 64 años y quiero aprender más idiomas. Si otros lo logran, yo también puedo. Desarrollamos 14 programas de chino mandarín con el sistema fonético y caracteres chinos, un total de 350 palabras.

Necesito trabajar con metas

El 4 de marzo comencé a trabajar con los programas de aprendizaje. He trabajado en forma simultánea con 4 programas, realizando 3 sesiones de 20 minutos diarios. Comencé con la fonética y luego con los caracteres chinos. Estoy sorprendida de que en 3 meses estoy logrando mi primer objetivo: reconozco 200 caracteres chinos y las 350 palabras de los programas, expreso las palabras y estoy motivada para aprender más. Las palabras que he aprendido no las sé decir en francés. Tengo claro que necesito por lo menos 3.000 palabras para comunicarme, pero voy en camino.

Me hubiera gustado haber sabido que el gran secreto de aprender un idioma es dominar las mismas palabras en el idioma que estás aprendiendo con la lengua materna.

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